Hoy los ángeles estarán dándole serenatas, al poeta que anoche colgó las alpargatas. Se le rompió el corazón al poeta, aunque no lo merecía, la mera neta.
Es que él no estaba acostumbrado a ganar dinero por su arte amado. Le dieron un premio literario en dinero, y se sintió vendido, mercenario, y usurero.
Por eso bendecido es el poeta que nunca gana, porque aunque sea feo, pobre y desconocido, se evita la muerte temprana.