A veces hay que animarse a hacer algo que uno no sabe. Porque haciendo se aprende. Animado por amigos me puse a escribir calaveritas literarias hace unas semanas. Por pura casualidad me enteré también que había un concurso de Calaveritas en el estado de Washington, en donde vivo. La fundación WA-GRO celebró hoy la premiación de su “I Concurso de altares, catrinas y calaveritas literarias” con un evento de Día de Muertos en Everett Community College, y aunque no gané un premio, me gustó mucho estar allá. Acá les dejo la calaverita que mandé: un homenaje a Dolores Huerta.
Y esta semana vienen novedades sobre mi nuevo librito. Estén pendientes.
Calaverita literaria:
Una oscura madrugada
llamaron a la puerta,
pregunta una voz callada
¿Está Dolores Huerta?
Dolores abre valiente
y se encuentra a la Parca
que le está pelando el diente,
un dulce abrazo la abarca.
Un momentito Pelona
le dice ella calmada,
no puedo irme, perdona,
pero estoy muy ocupada.
Yo soy Dolores Huerta
y este es mes de elecciones,
ni cansada, enferma, o muerta,
escapo las votaciones.
Más bien querida Muerte
ven conmigo a caminar,
que un nuevo votante
vamos a registrar.
Está bien, dice Guadaña,
pero en un mes eres mía,
hoy el pueblo te acompaña
y sin ti ¿quién lo guiaría?