El alma atascada, enrollada en telas, como submarino tocando fondo. Recuerda, por hoy solo respira hondo como niña antes de apagar las velas. Predices un futuro de tachuelas, pero amor esperanzado respondo como el idiota sonando sabiondo "tachuelas se doblan en lentejuelas". Hoy respira, tan solo respira hondo, mira lo que vivieron las abuelas, mira, aún hay esperanza en lo profundo. Hay luz en este planeta redondo, mira que hay risas y salto en escuelas. Tantos te queremos en este mundo.
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Soneto de verano
Trabajan mucho las bocas traviesas en los dias de soleado verano. Mastican en el placer cotidiano de devorar las fragantes frambuesas. Desaparecen también ricas fresas. Los niños culpan al pobre gusano. Yo feliz que devoren fruto sano y guarden espacio para hamburguesas. Regala pasto y flores el jardín esta mañana fresca y soleada donde el tiempo transcurre sin trajín. Bella y larga está mi amada tumbada en el pasto leyendo un magacín, libre al fin de la vida apeñuscada.
Soneto truncado
Súbitos momentos disolutivos, sin tener extremaunción en la cama. Tembloroso el electrocardiograma garabatea muertes sin motivos. Solo la suerte nos mantiene vivos, intento vano salvar a quien se ama, acaso la muerte arbitraria llama si creemos los peligros cautivos. Solo basta un error, o que nada hagas, porque ser es una ruleta rusa, aunque reglas y leyes satisfagas. Aún firme, con cautela profusa, si embarcas en el titanic naufragas, porque así es la longevidad, confusa.
Soneto al amanecer
Ayer era de noche, era muy frío, y no cabía el sol en mi memoria. Solo cabía recriminatoria culpa aguda, dolor y escalofrío. Pero además me sentía vacío de la felicidad obligatoria. Repleta mi memoria vejatoria, llena de arrepentimiento tardío. A mi lado, una sombra degollada nos cubría con mil mantas de pluma, asfixiando mi noche inacabada. Salió entonces el sol quemando bruma, con la claridad de la madrugada, logrando que mi alma se desentuma.
Soneto de las gatas
Mis gatas son lindas y ronroneras, son muy unidas, hasta juntas se extrañan. A veces saltan, se muerden, se arañan, pero de juego, no son camorreras. Mis gatas tiernas y carantoñeras, son gatas que lamen y no se bañan. Fielmente todo el día te acompañan en un conjuro para que las quieras. El amor de las gatas se transforma, trascendiendo las rencillas mezquinas, y convirtiéndose en su guía y norma. Duerme junto el par de hermanas felinas, enroscadas en una sola forma, como en sus épocas intrauterinas.
Tarde de amor en la playa
Brillante arena, espejismos de risa. Mar salada, playa con olor a algas. La piel gotea en tus redondas nalgas. La sombrilla vibra con fresca brisa. Sentimientos que hoy transcurren sin prisa, mientras admiro tus tetas hidalgas. Imagino que desnuda cabalgas, entre sábanas que empapan deprisa. La arena tibia abraza mi estupor y sonrío antes de cerrar mis ojos, pues me acurruca tu halo abrigador. Me despiertan cosquillas, pelirrojos cabellos, breve beso alentador. Bello es el mar, reflejado en tus ojos
Amor de Dragón
Que viva siempre el amor de dragón feliz flotando en una nube de humo. Viva quien bebe del rico totumo, viva quien vive con buche tragón. El dragón no es malo ni santurrón, disfruta sabores en grado sumo. También duerme siesta bajo el Yarumo, para de noche poder ser dragón. Debora en la noche sus apetitos, dejando que el día crezca las flores. Amor que no deja frutos marchitos. Dice la vida trae mil labores, disfruta la vida de a momentitos. Así va dragón, sin tantos dolores.
Soneto de papa y cebolla
Cajas de cartón con papa y cebolla, triste cartón que acompaña mi hambruna. Verdad que contra el hambre no hay vacuna, solo filas para papa y cebolla. Pongo todo lo que tengo en una olla, mientras respiro aire y observo la luna. Ceno mis memorias una por una, y la agridulce nostalgia me enrolla. Ya me levanto y saco la guitarra, olvido el vacío de cuarentena y canto como en mis tiempos de farra. Canto desvariando, con magra cena. ¿Cuanto quisiera yo comer mojarra, de esas que te fríen en Cartagena?
Soneto enviado como colaboración al proyecto: Poemas para la cuarentena. Un poemario virtual hecho en comunidad para sobrellevar el encierro. Al parecer nunca llegó a tiempo. Típico del año 2020 donde faltaron muchas cosas, y otras nunca llegaron. (http://poemasparalacuarentena.seattleescribe.org/)
Soneto para la profesora Rita
De rima simple y robótica métrica, con razón la profesora se queja. Del rimero flojo, que rima deja, aunque sea obvia, ciega, tonta, y tétrica. Mi pluma es aritmética y simétrica. Confieso que mi rima no es pareja. Lo que escribo poesía asemeja, pero mi inspiración es milimétrica. Si he de sincerarme, profesora, yo no llego ni a ser pobre rimero. Hice en rima astronauta a la señora. Hice cornudo y rosado el sombrero. Siempre me ayudó la computadora. A falta de talento, ¿Qué más quiero?
Dedicado con agradecimiento a la profesora Rita Wirkala de Seattle Escribe, que con su conocimiento, generosidad, y buen humor ayuda a que mis escritos entuertos sean menos peores y más mejores.