Soneto de tachuelas y lentejuelas

El alma atascada, enrollada en telas,
como submarino tocando fondo.
Recuerda, por hoy solo respira hondo
como niña antes de apagar las velas.

Predices un futuro de tachuelas,
pero amor esperanzado respondo
como el idiota sonando sabiondo
"tachuelas se doblan en lentejuelas".

Hoy respira, tan solo respira hondo,
mira lo que vivieron las abuelas,
mira, aún hay esperanza en lo profundo.

Hay luz en este planeta redondo,
mira que hay risas y salto en escuelas.
Tantos te queremos en este mundo.

Gatas durmiendo

Soneto de las gatas

 Mis gatas son lindas y ronroneras,
 son muy unidas, hasta juntas se extrañan.
 A veces saltan, se muerden, se arañan,
 pero de juego, no son camorreras.

 Mis gatas tiernas y carantoñeras,
 son gatas que lamen y no se bañan.
 Fielmente todo el día te acompañan
 en un conjuro para que las quieras.

 El amor de las gatas se transforma,
 trascendiendo las rencillas mezquinas,
 y convirtiéndose en su guía y norma.

 Duerme junto el par de hermanas felinas,
 enroscadas en una sola forma,
 como en sus épocas intrauterinas.

foamy sea washing sandy beach

Tarde de amor en la playa

Brillante arena, espejismos de risa.
Mar salada, playa con olor a algas.
La piel gotea en tus redondas nalgas.
La sombrilla vibra con fresca brisa.
 
Sentimientos que hoy transcurren sin prisa,
mientras admiro tus tetas hidalgas.
Imagino que desnuda cabalgas,
entre sábanas que empapan deprisa.

La arena tibia abraza mi estupor
y sonrío antes de cerrar mis ojos,
pues me acurruca tu halo abrigador.

Me despiertan cosquillas, pelirrojos
cabellos, breve beso alentador.
Bello es el mar, reflejado en tus ojos

Soneto de papa y cebolla

 Cajas de cartón con papa y cebolla, 
 triste cartón que acompaña mi hambruna.
 Verdad que contra el hambre no hay vacuna, 
 solo filas para papa y cebolla.

 Pongo todo lo que tengo en una olla,
 mientras respiro aire y observo la luna.
 Ceno mis memorias una por una, 
 y la agridulce nostalgia me enrolla.

 Ya me levanto y saco la guitarra,
 olvido el vacío de cuarentena
 y canto como en mis tiempos de farra.

 Canto desvariando, con magra cena.
 ¿Cuanto quisiera yo comer mojarra,
 de esas que te fríen en Cartagena?

Soneto enviado como colaboración al proyecto: Poemas para la cuarentena. Un poemario virtual hecho en comunidad para sobrellevar el encierro. Al parecer nunca llegó a tiempo. Típico del año 2020 donde faltaron muchas cosas, y otras nunca llegaron. (http://poemasparalacuarentena.seattleescribe.org/)

Soneto para la profesora Rita

 De rima simple y robótica métrica,
 con razón la profesora se queja.
 Del rimero flojo, que rima deja,
 aunque sea obvia, ciega, tonta, y tétrica.

 Mi pluma es aritmética y simétrica.
 Confieso que mi rima no es pareja.
 Lo que escribo poesía asemeja,
 pero mi inspiración es milimétrica.

 Si he de sincerarme, profesora,
 yo no llego ni a ser pobre rimero.
 Hice en rima astronauta a la señora.

 Hice cornudo y rosado el sombrero.
 Siempre me ayudó la computadora.
 A falta de talento, ¿Qué más quiero?

Dedicado con agradecimiento a la profesora Rita Wirkala de Seattle Escribe, que con su conocimiento, generosidad, y buen humor ayuda a que mis escritos entuertos sean menos peores y más mejores.