Soneto de las gatas

 Mis gatas son lindas y ronroneras,
 son muy unidas, hasta juntas se extrañan.
 A veces saltan, se muerden, se arañan,
 pero de juego, no son camorreras.

 Mis gatas tiernas y carantoñeras,
 son gatas que lamen y no se bañan.
 Fielmente todo el día te acompañan
 en un conjuro para que las quieras.

 El amor de las gatas se transforma,
 trascendiendo las rencillas mezquinas,
 y convirtiéndose en su guía y norma.

 Duerme junto el par de hermanas felinas,
 enroscadas en una sola forma,
 como en sus épocas intrauterinas.

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