Mis gatas son lindas y ronroneras, son muy unidas, hasta juntas se extrañan. A veces saltan, se muerden, se arañan, pero de juego, no son camorreras. Mis gatas tiernas y carantoñeras, son gatas que lamen y no se bañan. Fielmente todo el día te acompañan en un conjuro para que las quieras. El amor de las gatas se transforma, trascendiendo las rencillas mezquinas, y convirtiéndose en su guía y norma. Duerme junto el par de hermanas felinas, enroscadas en una sola forma, como en sus épocas intrauterinas.