Las Niñas de tus Ojos

Sentada en la banca inmóvil.

Agotando el pozo de tu paciencia,
tormentas en tu conciencia,
tu sonrisa tan nublaba.

Pero de pronto 
las niñas de tus ojos
se ponen los impermeables,
se ponen las botas de hule,
y saltan, 
y saltan, 
y saltan.

Dichosas saltando en tus charcos, 
charcos del alma.
Ellas dicen jugando 
que 
ya vamos 
a llegar,
a llegar,
a llegar.

Ya vamos a llegar.

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