Mis gatas son lindas y ronroneras,
son muy unidas, hasta juntas se extrañan.
A veces saltan, se muerden, se arañan,
pero de juego, no son camorreras.
Mis gatas tiernas y carantoñeras,
son gatas que lamen y no se bañan.
Fielmente todo el día te acompañan
en un conjuro para que las quieras.
El amor de las gatas se transforma,
trascendiendo las rencillas mezquinas,
y convirtiéndose en su guía y norma.
Duerme junto el par de hermanas felinas,
enroscadas en una sola forma,
como en sus épocas intrauterinas.