Calaverita literaria a la Superintendente de escuelas públicas de Seattle.

Enviado al Concurso de Calaveras literarias de WAGRO, 2019. No ganó premio o reconocimiento. Dos años más tarde la superintendente se fue sin pena ni gloria, con el contrato no renovado.

A la Juneau en Seattle
 le encanta la pelea,
 armada de ideología
 hasta a los niños matonea.

 Pone padres contra padres,
 dividiendo más el distrito,
 gusta saltarse las reglas,
 dice no al diálogo y sí al grito.

 Pobre superintendente
 creyó que iba a ligas mayores,
 pero la agarró un infarto,
 terminó donde los pecadores.

 Don diablo le dijo cariño
 acá tendrás larga estancia,
 un año por cada niño 
 que condenaste a la ignorancia.

 Está el camino al infierno
 empedrado con tus intenciones,
 te trajeron acá tus palabras
 pero también malas acciones.

 A los maestros regalaste
 promesas hechas de viento,
 mataste mentes brillantes,
 solo para obtener un aumento.

Soneto de papa y cebolla

 Cajas de cartón con papa y cebolla, 
 triste cartón que acompaña mi hambruna.
 Verdad que contra el hambre no hay vacuna, 
 solo filas para papa y cebolla.

 Pongo todo lo que tengo en una olla,
 mientras respiro aire y observo la luna.
 Ceno mis memorias una por una, 
 y la agridulce nostalgia me enrolla.

 Ya me levanto y saco la guitarra,
 olvido el vacío de cuarentena
 y canto como en mis tiempos de farra.

 Canto desvariando, con magra cena.
 ¿Cuanto quisiera yo comer mojarra,
 de esas que te fríen en Cartagena?

Soneto enviado como colaboración al proyecto: Poemas para la cuarentena. Un poemario virtual hecho en comunidad para sobrellevar el encierro. Al parecer nunca llegó a tiempo. Típico del año 2020 donde faltaron muchas cosas, y otras nunca llegaron. (http://poemasparalacuarentena.seattleescribe.org/)

Cuartetas del tío feliz

Poema seleccionado en el Cuarto certamen literario Seattle Escribe 2020 y parte de la antología «Efectos Secundarios».

 Con mirada ausente,
 pienso en mi familia.
 Nada como el presente,
 se acaba la vigilia.

 Las palabras se bifurcan
 como el bus que no llegó.
 Aquellos que luz buscan,
 la oscuridad los segó.

 Ángel de los bares,
 dulce compañía,
 no me desampares
 ni de noche ni de día.

 Vivo en abstinencia.
 Ayer casi me morí,
 desarrollé resistencia,
 me excedí y renací.

 ¿Cuántas veces se rebota?
 Antes de darte cuenta
 que lo vida no da nota.
 Que hay paz en la tormenta.

 Cerrados los dulces ojos
 fermentos de la existencia.
 Ayer fruto de antojos,
 hoy extraño su presencia.

 Mi vida se avinagra,
 la parca me lo robó. 
 Amor tomó un Viagra,
 su corazón se paró.

 Como una simple voz
 genera una avalancha.
 La ley fue mi altavoz,
 yo tuve mi revancha.

 La misma compañía
 que se llevó mi amor,
 que mi vicio surtía,
 sufrió el rayo vengador.

 Millones y millones
 pagaron después de todo.
 Tardías retribuciones
 que me sacaron del lodo.

 Paradoja es cuando
 tras la tormenta queda
 la mariposa aleteando,
 en el jardín de la seda.

 Pagué la universidad
 de todas mis sobrinas.
 Futuro con claridad:
 son buenas bailarinas.

 No hay mal que dure cien años,
 ni cuerpo que lo resista.
 Con el pasar de los años
 me he vuelto un optimista.

 Hoy vivo en sobriedad
 rodeado de familia.
 ¡Tanta felicidad!
 De aquí nadie me exilia.

Puede encontrar la antología de escritores del Estado de Washington «Efectos secundarios» y otras antologías en http://seattleescribe.org/antologias/

Calavera de la abuelita

Co-Ganadora Segundo Lugar Calaveritas Nacionales Concurso WAGRO 2020.

 Hoy me llaman "esencial",
 pero el voto me lo niegan.
 "Trabajador ideal",
 y con la migra me friegan.

 La enfermera, inmigrante ella,
 el teléfono habilita.
 Hoy vi morir en pantalla,
 digo adios a mi abuelita.

 Calaca, te la llevaste,
 sin que viera a su bisnieta.
 El corazón nos quebraste,
 dejando mi mente inquieta.

 ¿Por qué muerte te me llevas
 a mi abuela que era buena?
 Habiendo mil sobalevas,
 ricachones, y sin pena.

Soneto para la profesora Rita

 De rima simple y robótica métrica,
 con razón la profesora se queja.
 Del rimero flojo, que rima deja,
 aunque sea obvia, ciega, tonta, y tétrica.

 Mi pluma es aritmética y simétrica.
 Confieso que mi rima no es pareja.
 Lo que escribo poesía asemeja,
 pero mi inspiración es milimétrica.

 Si he de sincerarme, profesora,
 yo no llego ni a ser pobre rimero.
 Hice en rima astronauta a la señora.

 Hice cornudo y rosado el sombrero.
 Siempre me ayudó la computadora.
 A falta de talento, ¿Qué más quiero?

Dedicado con agradecimiento a la profesora Rita Wirkala de Seattle Escribe, que con su conocimiento, generosidad, y buen humor ayuda a que mis escritos entuertos sean menos peores y más mejores.

Tú ya debes intentar #DíaMundialDeLaPoesía

Tú ya debes intentar

Caramba, hoy es marzo veintiuno,
todo el mundo a celebrar,
Neruda, Lorca, y Unamuno,
Mistral, Storni, y Yourcenar.

Yo solo una vez al año
que escribo una poesía,
cuento sílabas y engaño,
pura charlatanería.

Porque tengo el alma chica,
alegrías con raspones,
carencias de gente rica,
soy poeta de mojones.

Pero sí hay algo de valía
que podemos acordar:
si yo escribo poesía,
tú ya debes intentar.

El negrito viaja en el Tiempo.

Selección de la Antología del Concurso Estatal Seattle Escribe 2018: «el juego de la lotería». Carta del negrito.

 

Vamos de este lugar,

pues si duro aquí otro poco,

te aseguro, salgo loco

de esos que llaman de atar.

Atribuido a: José Vasconcelos, el negrito poeta, siglo XVIII, México.

 

El viajero temporal

viniendo hoy desde el futuro

color de piel negro oscuro

dandy clavel en ojal.

 

El pasado no está mal

dice él con bastón en mano

cuando camina bacano

frente al cuartel policial.

 

Él hoy viene para ver

el racismo en el pasado

que mañana ya ha acabado

pero que hoy es de no creer.

 

Mientras piensa él con alarma

que no ve gente negrita

un policía le grita

alto negro, suelta el arma.

 

Arma no tiene el negrito

él sólo tiene un bastón

pero ya no entra en razón

el policía expedito.

 

Al policía avisó

una señora educada

que un hombre de piel tostada

en el barrio ella avistó.

 

La señora se imagina

sólo la negra intensión

aumentando la tensión

con su lengua viperina.

 

Un peligro para niñas

ese hombre tan bronceado

de seguro bien armado

pues su clase ama las riñas.

 

Del cuartel salen manojos

de la mira no lo quitan

suelte ya el arma le gritan

sin querer usar sus ojos.

 

Todos miran el bastón

pero un arma se imaginan

mira tú, que así terminan

tantos en el panteón.

 

Apuntado por cañones

pensó el viajero ahí mismo

así que esto es el racismo

ya rezo mis oraciones.

 

Pero tuvo buena suerte

este negrito viajero

lo reconocieron mero

escapándose hoy a la muerte.

 

Es el de la lotería

gritó fuerte el capitán

calmando con ademán

a toda la policía.

 

Personaje de su infancia

él fácil lo identifica

la figura igualitica

al negrito con prestancia.

 

Negrito de lotería

la gente no le rodea

el negro no merodea

si hace que la gente ría.

 

Siga dice capitán

mi muy querido negrito

el sombrero yo me quito

ante tamaño titán.

 

Muy confundido y aliviado

se vuela de allí el viajero

dice de aquí nada quiero

dejando atrás el pasado.

 

En el mundo por venir

él pudo reflexionar

que lo querían matar

sólo por ser y existir.

 

El viajero temporal

ha dicho yo no me muevo

no visitaré de nuevo

ese pasado inmoral.

 

Una elección infería

que la vida le salvó

que de vestuario tomó

un naipe de lotería.

 

Esta vez creo en la suerte

de que me salió el negrito

porque si sale diablito

no me salvo de la muerte.

 

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Calaverita literaria

A veces hay que animarse a hacer algo que uno no sabe. Porque haciendo se aprende. Animado por amigos me puse a escribir calaveritas literarias hace unas semanas. Por pura casualidad me enteré también que había un concurso de Calaveritas en el estado de Washington, en donde vivo. La fundación WA-GRO celebró hoy la premiación de su “I Concurso de altares, catrinas y calaveritas literarias” con un evento de Día de Muertos en Everett Community College, y aunque no gané un premio, me gustó mucho estar allá. Acá les dejo la calaverita que mandé: un homenaje a Dolores Huerta.

Y esta semana vienen novedades sobre mi nuevo librito. Estén pendientes.

Calaverita literaria:

Una oscura madrugada
llamaron a la puerta,
pregunta una voz callada
¿Está Dolores Huerta?

Dolores abre valiente
y se encuentra a la Parca
que le está pelando el diente,
un dulce abrazo la abarca.

Un momentito Pelona
le dice ella calmada,
no puedo irme, perdona,
pero estoy muy ocupada.

Yo soy Dolores Huerta
y este es mes de elecciones,
ni cansada, enferma, o muerta,
escapo las votaciones.

Más bien querida Muerte
ven conmigo a caminar,
que un nuevo votante
vamos a registrar.

Está bien, dice Guadaña,
pero en un mes eres mía,
hoy el pueblo te acompaña
y sin ti ¿quién lo guiaría?

Las Niñas de tus Ojos

Sentada en la banca inmóvil.

Agotando el pozo de tu paciencia,
tormentas en tu conciencia,
tu sonrisa tan nublaba.

Pero de pronto 
las niñas de tus ojos
se ponen los impermeables,
se ponen las botas de hule,
y saltan, 
y saltan, 
y saltan.

Dichosas saltando en tus charcos, 
charcos del alma.
Ellas dicen jugando 
que 
ya vamos 
a llegar,
a llegar,
a llegar.

Ya vamos a llegar.